jueves, 8 de agosto de 2013

Basilea 1979

Asensi levantando la Recopa
BASILEA 16 de Mayo de 1979, el FC Barcelona disputa la final de la Recopa de Europa contra el Fortuna de Dusseldorf en la ciudad suiza Basilea. Aquella final quedaría marcada para siempre con letras de oro en la historia del club catalán. Fue ese día cuando el Barça rompió por fin victimismo histórico al vencer al equipo alemán por 4-3, con prórroga incluida.



30.000 aficionados culés viajaron desde Barcelona a Basilea para animar a su equipo en el estadio Sant Jakob, escenario en el que muchos años después se inauguraría la Eurocopa de 2008 –no mismo estadio sino en otro más moderno construido casi en el mismo lugar–.


Entrada Final
Fue la final de Carlos Rexach, jugador tranquilo sosegado que falló un penalti; Hansi Krankl, que llegaba a la final destrozado después de haber sufrido un accidente de tráfico del que todavía su mujer se encontraba en estado grave; Paco Lobo Carrasco autor de la jugada del cuarto y definitivo gol; o Asensi.


Grada

La afición barcelonista desplazada no dejó ni un segundo de animar. Lobo Carrasco dijo que a los jugadores les habían llegado noticias de una masiva afluencia de seguidores pero no daban crédito a la cantidad que les decian. "Cuando saltamos al campo y vimos la imagen del mar de banderas blaugranas fue increíble", asevera. 



El presidente del FC Barcelona ese día era José Luis Nuñez. Había llegado a la presidencia en agosto del 78 y en su campaña había prometido un 'Barça triumfant'. Aquel sería su primer título. 


El Barça se impuso en el tiempo extra al Fortuna y conseguía así su primer gran título histórico. En la vuelta a Barcelona, la plantilla es recibida por un millón de seguidores que les acompañan desde el aeropuerto hasta el Ayuntamiento de la Ciudad Condal y el Palau de la Generalitat. 

Narcís Serra (alcalde de Barcelona) recibió emocionado al equipo en el Ayuntamiento y el president Josep Tarradellas lanzó desde el balcón del Palau un emocionado y cargado de simbolismo grito: "¡Ciudadanos de Barcelona, Visca el Barça!". Después añadiría aquella famosa frase de "¡Ahora que tenemos el título, nos falta el estatuto!". Pero aquel día los cientos de miles de seguidores solo tenían ojos para los héroes de Basilea, en especial para Krankl y para Johan Neeskens, a quien le pedían que hablara una y otra vez. 

Johan Neeskens no pudo dirigir ni una sola palabra. El club le había comunicado que tenía que abandonar el club para dejar libre su plaza de extranjero a Allan Simonsen, el nuevo extranjero (en aquello época sólo podían jugar dos). Neeskens lloró durante toda la noche por más que la afición gritara Neeskens, Neeskens. Desde aquella noche, el holandés se convirtió en ídolo para siempre. 

Los cimientos de lo que hoy es el Barça se construyeron en aquella final de la Recopa de 1979 en Basilea con Quimet Rifé como entrenador. Se rompió con el mal recuerdo de la final de los postes cuadrados de Berna. El FC Barcelona ya era triumfant.


FICHA DEL PARTIDO


16 de mayo de 1979. Estadio St. Jakob, Basilea (58.500 espectadores)

FC Barcelona 4, Fortuna Düsseldorf 3

BARCELONA: Artola, Zuviría, Migueli, Costas (Martínez), Albaladejo (De la Cruz), Sánchez, Neeskens, Asensi, Rexach, Krankl, Carrasco.
FORTUNA DÜSSELDORF: Daniel, Brei (Weikl), Zewe (Lund), Zimmermann, Baltes, Köhnen, Schmitz, Thomas Allofs, Klaus Allofs, Bommer, Seel.


GOLES: Sánchez 5' (1-0), Klaus Allofs 8' (1-1-), Asensi 34' (2-1), Seel 41' (2-2), Rexach 103' (3-2), Krankl 111' (4-2), Seel 114' (4-3)

Árbitro: Károly Palotai (Hungría)


La final pronto se encendió. José Vicente Sánchez adelantó al Barcelona a los cinco minutos de juego empatando para los teutones Klaus Allofs tres minutos después. A la media hora de juego, los catalanes se volvieron adelantar en el marcador gracias a un tanto de Asensi, pero Seel hizo el empate cuatro minutos antes del descanso. Durante la segunda mitad no hubo ningún gol, por lo que se tuvo que disputar la prórroga. Rexach, por tercera vez, adelantó al Barça en la final en el minuto 104 de partido, y Krankl parecía sentenciar el para los azulgrana cuando anotó el 4-2. Pero los germanos, lejos de rendirse, acortaron distancias en el minuto 114 por medio de otro gol de Seel, lo que supuso que el Barcelona lo pasara mal hasta el pitido final.

Con 9 añitos comienzo a tener mis primeros recuerdos como barcelonista y creo, que como yo muchos niños empezamos a sentirnos culés". De la final lo que más recuerdo es de la gran jugada del "Lobo" Carrasco que pasa el balón entre dos defensores para Krankl, y éste coloca con la izquierda y de rosca al fondo de la red..
Aquí os dejo con un resumen de un partido que se nos quedó grabado en el corazón!!!!





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